¡Atención!

Don´t Copy. Los textos son míos y, en el caso de no serlos lo especifico. Disfruten del blog

Toda una vida.

Éramos distintos imposibles...

¿Sabes? No voy a cuidar tus pasos. No te puedo defender de ti.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Se puede decir más alto pero no más claro...

Me acerqué a Él y le miré directamente a lo ojos, y por enésima vez, fuimos víctimas de esas indescriptible conexión que se empeñaba en unirnos pero, esta vez,, era algo diferente. Había familiaridad, seguridad, confianza. Y justó ahí me di cuenta de que habíamos estado, y seguiríamos, siendo lo más erróneo el uno para el otro. Porque éramos demasiado diferentes. Pero, aún así, siempre encontraríamos el camino para encontrarnos. Porque pasara lo que pasara yo siempre estaría allí para Él y Él siempre lo estaría para mi. Era una relación totalmente autodestructiva, al menos en cuanto a lo que a mi se refería, pero me daba igual, prefería seguir viviendo de aquella manera que volver a no vivir en absoluto.






domingo, 21 de agosto de 2011

Ahora mismo, sólo me apetece gritar.

He caído. He vuelto a caer en sus redes y me odio. 
A veces, ni yo misma sé por qué hago lo que hago pero, no debería haberle vuelto a hablar. 
En la batalla hacia ninguna parte, éramos dos que jugábamos en equipo contrario. El partido estaba en empate, y habíamos declarado una paz no manifiesta, no hablarnos ayudaba a ello; claro que el constante vigilo y las miradas no eran el camino a la victoria, eran más bien el paso a la destrucción más absoluta, al menos en cuanto a lo que el corazón, mi corazón, se refería. Prefería, y aún lo hago, prefiero, que hubiéramos seguidos manteniéndonos alejados, a esa distancia prudencial que habíamos establecido tácitamente, antes volver al ni contigo ni sin ti. Porque ahora vuelvo al bucle en el que me siento estúpida por sentir algo que creo que hace mucho tiempo dejaste de sentir, si es que alguna vez lo sentiste. 
Estoy divagando, como de costumbre, cuando se trata de ti y también me odio por ello. No quiero divagar. Sólo quiero tener el valor de ponerme frente a frente y acabar con ese silencio ensordecedor y lleno de palabras. De acabar con las miradas que ya ni sé interpretar. ¿Tan malas son las palabras que nos negamos a diario a utilizarlas para enfrentar una realidad que nos ha perseguido durante años? Hablar. Yo sólo quiero plantearme frente a ti y ser capaz de articular palabra, de hilar una frase coherente sin hacer evidente que aún, que ahora, que creo que siempre he estado obsesionada, sino enamorada, de ti, contigo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Se llama AMISTAD.

Toda aventura tiene un principio pero, también un final...


Otro año más ha pasado. Otro año que se queda  guardado en mi cabeza, en mi mente, en mi corazón. Y es que todo pasa, porque así es el tiempo, pero los recuerdos perduran ahí, grabados a fuego, haciéndote a diario consciente de que el año se acaba pero que la amistad perdura y lo seguirá haciendo.


Al principio de año, si me hubieran preguntado cómo definiría los meses que se me venían encima, seguramente mi calificativo para éstos habría sido algo como horrible. Sin embargo, después de haber recorrido el camino, solo puedo decir, una vez más, que ha sido GRANDIOSO, grandiosamente DIFERENTE, sí, pero no deja de haber sido, de nuevo, increíblemente genial. Y no es para menos cuando estas rodeado de VERDADEROS AMIGOS, de gente de esa que a veces odias pero que jamás dejas de querer.


Como digo, este año ha sido diferente. Alguien me dijo una vez que el primer año no es igual al segundo, y tenía razón, no quisimos creerla en su momento, pero el tiempo puso cada cosa en su lugar.


Las cosas pasan siempre por alguna razón, y hoy doy gracias por tener la suerte de formar parte de esa especie de EQUIPO que hemos formado este año, que venimos construyendo desde el año pasado. Somos los de siempre, los mismos que empezaron su aventura toledana, pero ahora la confianza es diferente, ahora podemos decir que tenemos una historia, un entendimiento, una AMISTAD de esas que SÍ son para siempre.


El tiempo pasa, y pasando nos esperan tres meses por delante de constantes ausencias y de decirnos lo mucho que nos echamos de menos, y de cansarnos de repetirnos que no pasa nada, que son solo tres meses y que cuando queramos darnos cuenta estaremos de nuevo juntos, organizando una cena improvisada en ese piso ubicado en la calle Nuncio Viejo donde habitan esas INCREÍBLES personas a las que tanto queremos, yendo en el coche por el casco con la música de la Pantoja cantando a pleno pulmón, o haciendo burdas imitaciones de mojitos un domingo por la noche mientras nos preparamos para la pijama Party improvisada y para ver una película de miedo que no era tan de miedo, todo esto teniendo que estudiar para los exámenes finales al día siguiente... Cosas como estas, tan insignificantes, pero a la vez tan especiales son las que voy a echar, ya echo, de menos. 


Porque es imposible, por mucho tiempo que pase, que me olvide de esas interminables conversaciones que duran horas y horas en las que somos capaces de contárnoslo absolutamente todo o no decirnos nada. Es imposible olvidarse de las silencios llenos de sonrisas o de las carcajadas de felicidad que surgen de la nada por haber hecho alguna de las cientos y cientos de tonterías que hemos hecho durante estos nueve  meses. Porque hemos llorado, reído, caído y levantado juntos, y porque lo que ha unido Toledo durante estos dos años no lo va a separar un verano, ni dos, ni tres. 


Porque a pesar de que el año entero ha sido intenso, diferente y único, sobre todo estos tres últimos meses no podían haber sido más especiales. 


Porque jamás me olvidaré de esos personajes que han habitado la 409 y que me han acogido cada noche, con una sonrisa, con ganas, siendo mis amigos y estando ahí siempre, para cualquier cosa. Imposible que olvide la capacidad que tiene el señor García para hacerme sentir mejor con un abrazo o con un beso, por que él es así cariño en estado puro, es como nadie y uno de los mejores amigos, una de las mejores personas que te puedes encontrar en este mundo. Y que decir de Apu? Siempre de buen humor y teniendo siempre buenas palabras, por no mencionar su vena friki interactiva que me hacía reír a más no poder. 
Porque es imposible que olvide a mis gemelitos preferidos, que son unos gafas aunque se empeñen en negarlo, porque haber vivido esta experiencia sin ellos no habría sido una aventura, porque telita para aguantarlos... que nooooooo.... Porque sí, voy a echar de menos que me canten el abogada soltera, que me digan gafas, asquerosa, pero sobre todo voy a echar de menos visitarlos, verlos a diario y compartir algún momento con ellos.

Porque las tardes de biblioteca con estos 4 seres se convierten en realidad en tardes de no hacer nada, en tardes de cotilleos y cotorreos, pero, aunque son horas perdidas de estudio, son horas que ganas en felicidad, en alegría, y eso vale más. Y aunque me he pasado dos semanas rodeada de tíos escuchando conversaciones de tíos, os echos y os voy a echar de menos SIEMPRE.


También echaré de menos esa locura tan característica mezcla de niño y hombre que tiene el Canario, voy a echar de menos esos mensajes mandados a María diciéndome algo bonito, sólo a él se le ocurren cosas como esas. Y voy a echar de menos a una María estresada en plenos exámenes, a esa que va a ser una gran fisio, que ya lo es, y que la contrataré en el futuro ;). Y especial mención he de hacer de Carlos, porque aunque me pica como nadie y me hace de rabiar como ninguno le voy a echar de menos, mucho, porque él no volverá con el nuevo curso, porque él se va y es para siempre y porque se me va a hacer raro salir por ahí y no ver a Carlos, o a Juan. Porque se me va hacer raro vivir en un Toledo en el que él no está.


Y tras ellos, nombrar a Alba. Esa persona que ha estado ahí para todo, desde siempre, y que no tengo palabras para agradecerle haber sido lo que fue, lo que es. Grande, única y sobre todo Amiga.


Por último y no menos importantes, sino los que más, mencionarlos a ellos a MIS AMIGOS, a mi FAMILIA, a mi TODO: Marcial, Marta, Jennifer y Helena. Esas cuatro personas a las que adoré, adoro y adoraré siempre, porque no sé qué habría sido de mi este año sin ellos. Porque hoy no me imagino una vida en la que ellos no estén, porque jamás soñé con encontrarme con gente como ellos pero lo hice. Ellos son un regalo, suena cursi lo sé, pero es lo que son, creo que son el regalo más bonito que me ha podido conceder la vida. 4 Amigos verdaderos que están ahí para TODO, SIEMPRE, desde LEJOS y en DISTANCIAS CORTAS. Que no tengo idea de qué deciros a estas alturas porque ya lo sabéis absolutamente todo. Porque sois Dulzura (Jenny) Carácter (Marta) Cariño (Helena) y Emoción (Marcy). Sois AMISTAD. 
Y que este año me llevo muchas cosa buenas de vosotros, tantas que hasta me asusta perderlas, perderos algún día, pero eso no va a pasar porque los amigos de verdad no son efímeros. Vosotros no lo sois. 
No sé que será de mi vida en estos tres meses, pero siempre recordaré la manta a modo de capa de invisibilidad, a mi blogger preferida, a la rubia loca/psicópata/dulce que me echa azúcar en la almohada para que tenga dulces sueños, y siempre me acordaré de mi whore/maricona mala, porque nadie me hace sonreír como lo hacéis vosotros, nadie me ha echo reír hasta llorar como vosotros, y nunca he querido tanto a nadie como os he querido a vosotros...


Y es que la vida es mejor con palabras de suerte, ( y yo la tengo con vosotros) ¿Cómo diablos se pude quereros tan fuerte? 
A TODOS... Marcial, Marta, Helena, Jennifer, Garci, Alba, Apu, Carlos, Miguel, Carlos, Canario, María.

lunes, 23 de mayo de 2011

Irrealidad.

Apenas puedo abrir los ojos. Estoy en un lugar que no conozco, tumbada en una cama. Me siento débil. No sé donde estoy.
¿qué ha pasado? ¿por qué estoy aquí? Intento abrir los ojos un poco más y veo mejor lo que hay a mi alrededor, parece un hospital, sí, esto podría ser un hospital, pero ¿por qué?

De lo único que estoy segura es que le he visto, a ÉL, jamás podría haberme confundido, no era una imaginación, era ÉL tan perfectamente imperfecto como siempre...

Intento ponerme de pie, y me siento débil, pero hago un esfuerzo y camino hacia la puerta, la abro, y me doy cuenta de que no, esto no es un hospital. Camino por el pasillo, esto parece una casa deshabitada. Es como si desde hace 20 años nadie viviera aquí. El suelo de madera cruje a cada paso, huele a humedad, a viejo...

-Annie.

Conozco esa voz, esa manera de pronunciar mi nombre, solo puede ser él.
Giro y entonces lo veo atrás mío. Soy incapaz de articular palabra. Me limito a mirarlo sorprendida, contenta, pero a la vez triste, quizás me siento traicionada, dolida, enfadada, pero también feliz. No lo sé todavía, aún estoy asumiendo que él ha vuelto a mi vida.

- ¿qué haces levantada? Estás muy débil, debes descansar...

- Estás aquí...


No se me ha ocurrido decir nada más coherente. Él me está mirando, me sonríe. Adoro esa sonrisa. He creído durante 4 meses que nunca más iba a volver a verla y aquí está. Aquí está él, sonriéndome.

- Si, lo estoy.

Me dejo caer y me siento en el suelo, estoy agotada, esto me supera. Él se acerca a mi, está preocupado, angustiado, lo veo en sus ojos. Siempre lo traicionaron. Sus ojos siempre me dijeron todo lo que quería saber aunque sus palabras dijeran todo lo contrario. Amo sus ojos, tan intensos, con tanta luz. Tan vivos...

- ¿estás bien? Annie, voy a llevarte a la cama...

Niego con la cabeza no sé muy bien a qué.


Él me ignora, me coge en brazos como a una niña pequeña. Yo me acurruco sobre él. Descanso mi cabeza en su hombro, en ese hueco tan hermoso de su cuello donde mi cabeza encaja tan perfectamente.

Estoy cansada, aturdida, triste. Ahora mismo me siento de muchas maneras, pero daría cualquier cosa en este mundo porque este momento fuese eterno, porque por una vez se detuviera el tiempo. Porque por una vez se desvaneciera el mundo y sólo quedáramos Él y yo, para siempre, (dentro de lo que nuestro particular para siempre engobla en nuestra no típica historia de amor..)


Amo sentir sus brazos rodeándome, el calor de su cuerpo, la ternura con la que me susurra cosas al oído para que me duerma. Él está conmigo, ahora estoy segura de ello.

Hemos llegado a la habitación, acaba de dejarme sobre la cama. Cierro los ojos, soy incapaz de mantenerlos abiertos, sin embargo tengo que hacer un esfuerzo, necesito preguntarle demasiadas cosas, saber la verdad.

Está sentado a mi lado, acariciándome el pelo, mirándome. Sé que está velando por mi sueño, esperando que me duerma, como hizo tantas veces hace, ya, demasiado tiempo...

- Poncho...

Me pone su dedo índice en mis labios

- shhh... no hables, no es el momento. Tenemos tiempo.



Y sin embargo yo creo que tiempo es lo que nos falta.

Comienza a acariciar mis labios con su pulgar. Suspiro. Lo amo. Es así.

Intento hablar, él me deja.

-¿qué pasa?

Me mira preocupado, y a mi me fascina verlo así, al límite, quizá sea en estos momentos cuando realmente siento que lo nuestro tiene sentido.

- Prométeme que vas a estar aquí por la mañana. Prométeme que esto no es un sueño y que cuando despierte todo no estará oscuro de nuevo. Prométeme que no voy a volver a ese infierno, que no vas a volver a desaparecer. Prométeme por favor que vas estar Poncho. No quiero vivir una vida en la que no estés tú.

Él sonríe, después se pone serio, quizás demasiado. Pero lo hace, lo hace... y es que, después de todo, él es un hombre de palabra.

- te lo prometo.



Ella se ha quedado dormida. Aún a día de hoy sigue impresionándose el poder que tengo sobre Ella, sobre su vida, sobre su todo, al igual que me sorprende el poder que Ella tiene sobre mi. Porque si hay algo cierto en esta historia, es que mi sonrisa es su sonrisa y que los dos nos amamos mucho, quizás demasiado. Y es cierto eso de que, a veces, el amor no es suficiente, pero deberíamos intentarlo, con lo que sentimos debería bastar, porque duele, y mucho, duele la distancia, el silencio, el no tenernos...


La miro, y parece tranquila, en paz. Me voy agachando lentamente y apoyo mi cabeza en su pecho, en ese pecho que siempre creí que estaba hecho para mi. Y escucho su corazón, los latidos del órgano que la hace vivir, que me hace vivir a mi, porque sin ella no tengo vida, y sonrío, sus latidos son un bálsamo un tanto masoquista para mis heridas.



domingo, 22 de mayo de 2011

Good-bye from already, FOREVER.

Y es que después de todo, se acabó. 
Siempre he creído que jamás podría volver a mirarte a la cara y no sentir nada. Siempre creí que mis sentimientos se quedaría guardados bajo llave, para siempre. Serían constantemente cambiantes, sí, pero nunca se irían. 
Me equivocaba. Me equivoqué, y mucho. Porque a veces, de repente y sin darte cuenta, todo se acaba y lo que un día fue un cuento de hadas, al otro pasa a ser un tormento, y al siguiente, al final, hoy, se convierte en nada.
Y es triste, pero es un alivio, porque siempre creí que llevaría el peso de nuestra historia encima, (bueno, de mi historia contigo, tú jamás creíste en un nosotros) y no, ya no es así. 
Porque sentarme a tu lado ya no me pone nerviosa, y mirarte a los ojos ya no me dice nada. Ni siquiera me emociona una de esas sonrisas tuyas que antes eran capaces de romper mis esquemas y desbaratar mi mundo.
Porque los para siempre son para siempre hasta que dejan de serlo. Y lo que creía que era mi vida fue simplemente un capítulo que contar, un punto y aparte que me introdujo en la realidad de saber que el mundo no se acababa en ti y que tarde o temprano aparecería alguien más, alguien que protagonizara junto a mi la historia de mi vida. Así fue como entendí que ese papel protagónico no te pertenecía y que ya era tiempo de decir adiós desde ya, para siempre. Porque esta vez para siempre sí significaba para siempre. 
Desde aquí, y sin que lo leas, porque no lo harás, decirte que, por fin, estoy preparada para dejarte ir.

jueves, 19 de mayo de 2011

Tiempos Cambiados.

Hay que saber decir se acabó. Asumir que el tiempo se pasó, y que él se lo llevó todo. 
Antes de hacerlo está permitido gritar, llorar, pelear e incluso quedarte en silencio. Tú eliges como afrontar la verdad, pero tarde o temprano se debe aceptar.
Lo único que hay que tener en cuenta es que, después de la tormenta, siempre llega la calma.

martes, 17 de mayo de 2011

Falta todo lo que faltó...

Estoy aquí, a las 00:26 de la madrugada, sola, sentada en la cama de mi habitación. Esa habitación que tanto me costó conseguir, que me costó amistades. Aunque, en realidad, no me costó nada, porque descubrí que la amistad era algo más que lo tuvimos.


Hace un año, por estas fechas, también escribí algo sobre Toledo, sobre lo que significaba para mi, sobre el final, sobre el decir hasta luego, que no adiós. Hace casi un año, todo eran cosas buenas, puras risas y emociones tan poderosas como la felicidad, plena, en estado puro. Creí que este año iba a escribir sobre algo diferente, porque debido a las circunstancias, estos 365 días han sido diferentes a los anteriores, sin embargo, los sentimientos de nostalgia y tristeza, por el inminente final, siguen estando ahí, a pesar de que pensé que jamás podría volver a sentirlos. No tratándose de este lugar, ni de esta gente, pero ahí están, resurgiendo igual de intensos y de reales que entonces. Y es que pase lo que pase Toledo siempre será Toledo, y las cosas buenas siempre podrán con las malas, y este año ha tenido millones de cosas horribles. Hechos, situaciones, que me han hecho llorar hasta romperme, pero también ha habido grandes momentos, increíbles y geniales, momentos de esos en el que los vacíos se llenan con sonrisas y los silencios con carcajadas. Momentos de esos que se te gravan en el alma. Momentos en los que te das cuenta que quiénes son tus amigos, y que son de verdad. 


Y es que este año he aprendido que lo malo siempre va a estar ahí, pero lo bueno también, te espera en alguna parte, sólo tienes que levantarte y encontrarlo. He aprendido que nada es para siempre, ni siquiera la tristeza ni el dolor, y que todo pasa. Y creo que esa es la lección más importante de este recorrido, de este nuevo año que le ha dado un nuevo sentido a mi vida: al final todo pasa. TODO.


Estoy aquí, en lo que un día fue mi casa, en la que de a poco estoy consiguiendo, ya en el final, que vuelva a serlo, y me siento triste, porque dentro de dos semanas volveremos a decir "hasta después del verano", y no quiero, porque si el año pasado quise, este año lo hago de verdad. Y si el año pasado tenía miedo, este año tengo más. Porque como alguien me dijo una vez, el segundo año no es como el primero, ni el tercero como el segundo, y sucesivos... Las cosas cambian, pero a eso he de añadir algo, y es de lo único que estoy segura: Los amigos de verdad, los que son para siempre, ni pasan ni cambian, ELLOS se quedan. Queriéndote tal cual eres. Y eso es lo que pasa si hablamos del EQUIPO.

jueves, 12 de mayo de 2011


Y cada lágrima y cada golpe, por fin tendrán sentido, porque volvería a recorrer el mismo camino si fuera para llegar a ti.
- Le pido la Luna




Os recomiendo totalmente este libro. Te sana el alma.
Dulce María- Dulce Amargo.

domingo, 8 de mayo de 2011

Home.

Porque sentirse, estar, en casa no es un lugar ni algo material. Ser casa. Sentirse como tal, estar en ese lugar tan especial que te hace sentir a salvo, es un SENTIMIENTO.


Damon dice: "Vete a casa" y Elena le contesta con un "Vale, lo haré" Entonces ella se da la vuelta y le abraza, porque ella ya está en CASA.
(Damon says: "Go home" and Elena replies with "Okay, I will." Then she turns and hugs him, because she is already at home...)
Damon y Elena





miércoles, 4 de mayo de 2011

Ella

El otro día, Él, ese que estuvo en mi pasado como el amor de vida, el que está en mi presente como un amigo, y que no sé qué lugar ocupará en mi vida en el futuro, me habló sobre una chica. Ella era alguien a quien yo conocía, lo supe en el momento en el que vi su cara al hablar de Ella, solamente Él podía conocerla tan bien. Al escucharlo hablar me sentí rara, asustada:


Ella era una chica diferente. Era de aquellas personas que odias antes de conocerlas pero que amas una vez logras adentrar en la fachada armoniosamente lograda.
Si Ella no te conoce es callada y, tal vez, demasiado tímida. Mientras que si tienes la suerte de ser una de las pocas personas en las que Ella confía es divertida, alegre, también borde y, quizás, en muchas ocasiones, demasiado seria. Ella era alguien a quien, muchas veces, le perdían las formas pero le ganaban los sentimientos, la pasión, la fuerza. Ella era de esas personas que sin tan siquiera intentarlo te abrazan el alma. Era impulsiva, espontánea y cometía muchos errores, tal vez, demasiados. Solía caerse a menudo pero, no sé cómo, siempre conseguía levantarse. Era de esas personas que tienen ese don tan innato de hacer difícil lo fácil. Ella era de esas que tenían la negatividad tan adentro que asustaba pero que, a su vez, era capaz de transmitir a los demás un positivismo alentador. Algo parecido le pasaba con los consejos, porque no en vano, Ella era de esas personas que intentaban ayudar a todo el mundo, que siempre sabía qué decir en el momento indicado y .que de su boca, siempre surgían grandes consejos que, luego, ella era incapaz de aplicarse.
Ella era de esas chicas que lo discutían todo y necesitaba por qués, muchos por qués. Era testaruda, terca y demasiado obstinada. Ella era insegura, aunque esa era la parte que más intentaba ocultar, pero lo era, muchísimo, demasiado, y creía que era menos que las demás cuando la realidad era lo contrario, nadie podía compararse a Ella. Ella era de esas atípicas personas que llegan para no marcharse a ninguna parte. Ella era de esas personas perfectamente imperfectas. Ella era la única capaz de hacerme feliz únicamente viéndola sonreír”.

Y entonces, Él que estaba hablando de aquella chica tan especial, me miró de nuevo a los ojos, intensamente, intentando, supongo, buscar algún tipo de reacción en mi, y la tuvo, quizás no es la que hubiera esperado, o quizás Él siempre supo cual sería mi respuesta:

- Vaya -dije- yo solía ser aquella chica...

El sonrío feliz. Sí, me había dado cuenta desde el principio que era de mi de quien hablaba, solo me había bastado con mirar su cara. Aquel era nuestro lenguaje pero, yo, aún no había terminado.

- Sí, solía ser Ella, pero esa chica de la que hablas ya no está. Hace muchísimo tiempo desde que se marchó.- Igual que lo nuestro quise añadir, pero no pude hacerlo.-.

Él me acarició la cara y me volvió a mirar, esta vez serio, como nunca me había mirado, o al menos eso creía. Ya ni siquiera lo recordaba, al igual que apenas recordaba aquella chica de entonces, la que Él tenía tan grabada.

Entonces me habló como si me hubiera leído la mente.

- Si está-me dijo- todo sigue estando ahí. Tú. Lo nuestro. Solamente tienes que atreverte a recordarlo y, mientras, yo seguiré creyendo por los dos. Hasta que llegue el día en el que te des cuenta que tú eres única y que lo nuestro también lo era, lo es.

Supongo que en ese instante comprendí que Él solo estaba intentando hacerme salir de la soledad, de aquel lugar en el que me había acostumbrado a estar demasiado cómoda. Él sólo estaba intentando darnos otra oportunidad.

martes, 26 de abril de 2011

And I´ll miss you, or NOT

Que sí, que podéis seguir hablando de mi. Contando historias e inventando mentiras. Podéis hacerlo, tenéis mi permiso. No lo necesitáis, lo sé, pero yo os lo doy igual. Que por fin he entendido que he estado 20 años sin vosotr@s y que puedo seguir estándolo una vida entera, porque habéis sido de ese tipo de personas que son como un tsunami, que surgen de repente, no traen nada bueno consigo y que, cuando se marchan, lo único que dejan, a su paso, es destrucción. 
Lástima que aunque lo habéis intentado vuestra última función, la de destruir a la gente, sí esa que tan bien se os da, no ha servido conmigo. Habéis estado a punto, pero no habéis tenido éxito y ¿sabéis por qué? Porque no os necesito, nunca lo he hecho. Hubo un tiempo en que creía que sí, pero ahora lo sé. Y si lo sé es por ELLOS. Porque tengo amigos maravillosos, de esos que son capaces de ponerse histéricos conmigo y decirme lo que sea a la cara, sin esconderse detrás de las falsas sonrisas, fingidas, y los te quiero que suenan a veneno. Porque tengo amigos que me saben loca, indecisa, demasiado sincera y hasta casi insoportable, pero que aún así me quieren tan cual soy. En las buenas y en las malas. Llorando, pataleando o gritando. Mal peinada o perfectamente vestida. Amigos con los que he tenido, tengo y tendré momentos maravillosos. Amigos que llegaron al mismo tiempo que vosotr@s y que aún perduran porque, como he dicho, ellos no son efímeros, porque los amigos de verdad no lo son. Y porque cada segundo, a cada momento, me han sacado una sonrisa, aunque en algún momento lo único que he querido hacer es esconderme bajo la almohada y mojar las sábanas, de mi cama, con lágrimas, millones de lágrimas. Porque gracias a ellos, este año, he salido de ese bucle de oscuridad y dolor en el que habéis pretendido meterme.
Y porque gracias a ELLOS he comprendido que, hoy, echo de más lo que antes echaba de menos. 
Lo único que me queda por decir es que os vaya bien la vida. Que espero que seáis felices, siempre dentro de esa forma de vida que os encanta, siempre dentro de ser taaaaaaaaan malas personas. Y que gracias, gracias por haber hecho que saliera de vuestras vidas, porque no quiero nada nocivo en la mía y vosotr@s, querid@s amig@s mías lo sois. 

lunes, 25 de abril de 2011

Mala Costumbre.

Nunca me he planteado en demasía por qué escribo. Quizás sea por mi mala costumbre de no desnudar sentimientos frente a frente, cara a cara. Claro, eso no quiere decir que no sepa, lo hago, es sólo que se me da mejor hacerlo en papel, enredando palabras y diversificando el tiempo. 
Escribir lo que siento es mi modo de vida. Mi vía de escape, mi desahogo necesario, diario. Hay veces que ni siquiera escribo en papel, simplemente surgen frases perfectamente ordenadas en mi mente, que tienen mucho sentido y que surgen, sin más, de la nada, con tanta magia y armonía como el mejor cuento jamás contado, pero no lo plasmo en papel, lo hago en mi cabeza, sintiendo cada una de las locas palabras que se pasean alegremente por mi mentes sin haber sido llamadas. Es curioso como sin quererlo y sin intentarlo, de repente, sucede. Y por eso amo escribir, ya sea plasmándolo o no, porque puedo ser yo. Loca como nadie, bipolar como ninguna e histérica como yo solo sé. 


Así es como soy, y así es como me siento. Así te lo cuento. 


Soy alguien que no está dispuesta a tener esa mala costumbre de querer a medias, pero sí de no mostrar lo que siento a los que están cerca. Y es que yo soy de esas personas que tienen la mala costumbre de buscar excusas para no desnudar mi alma. Esa que a día de hoy busco. Porque ya no sé donde está, ni donde se encuentra. Tampoco sé si está triste o feliz, si está enfadada o quizás simplemente esté divitiéndose, pero sé que está cansada y que pesa, más que nunca. Y si pesa, me impide seguir caminando, y si paro a mitad de camino la lucha habrá sido en vano, pero es que a estas alturas ya no recuerdo por qué empezó la guerra y tampoco quien ganó la primera batalla, ni las sucesivas, ni siquiera sé cuantas hubo. 


Solo sé que a mis diecinueve añitos, siento que he vivido demasiado y que he dado más de lo que se esperaba de mi. Que mi juventud es mía y me la están robando y en medio de esa guerra me estoy perdiendo. Y no quiero eso, porque aún recuerdo como era sonreír a diario por nimiedades y vivir sin preocuparme de la más mínima cosa. Sí, lo recuerdo, lo recuerdo absolutamente todo y lo echo de menos, tanto, que hasta estoy dispuesta a salir a delante y recuperarme. Y volver a ser yo. Tengo que hacerlo. Perderme es un precio demasiado alto por gente que no merece la pena. Y encontrarme no es solo una meta, es obligatorio y yo, ME lo debo.

domingo, 24 de abril de 2011

Pequeños letargos incesantemente incomprensibles.

¿Dónde se quedaron las sonrisas?, ¿Dónde quedó aquella chica que soñaba despierta, empedernidamente?, ¿Por qué dejé de ser feliz?, ¿Por qué me he perdido en el camino? ¿Dónde me encuentro? ¿En qué punto?No lo sé. Esa es la única respuesta que se me ocurre para cada una de mis preguntas.
Tantos interrogantes que no encuentran su sentido. Tantos por qués sin resolver. Y suman y siguen. Enfadados, tristes, rabiosos, ansiosos. Quieren saber la verdad. Exigen saberla. Al menos ser conscientes de a qué a tenerse, dejar de caminar a ciegas.
Y es que, como alguien dijo una vez: "Sólo sé que no sé nada" y que de ese nada sé la mitad y menos.
Y mientras intento encontrarme a mí misma camino sola, como dice el título, entre pequeños letargos incesantemente incomprensibles, pero sobre todo sola. Sin saber nada, sin ser capaz de comprender nada. O quizás, tal vez sí. A lo mejor, al final del día yo solo quiero escuchar a alguien decir aquella típica frase de mi película favorita: "No permitiré que nadie te arrincone". Y de esa manera encontrar el camino de vuelta a casa. El punto de retorno que también fue el de partida. Quizás solo esté hablando de encontrar la paz, o el alma. La mía.

domingo, 3 de abril de 2011

Es solo un relato surgido de un domingo lluvioso acurrucada en el sofá...

No sé qué me pasa. Siempre pensé que el amor te llega de golpe y te ciega de tal manera que no queda lugar para las inseguridades, al menos, al principio, pero con él no pasó así. 


Con él ha existido un transcurso, un proceso, uno en el que me he dado cuenta que odio cada uno de sus defectos, que son mucho he de añadir, pero también es eso lo que más amo.

Puede llegar a ser un estúpido arrogante, un capullo sin remedio, un egocéntrico engreído y a veces, cuando más vulnerable se siente, puede llegar a ser alguien realmente cruel, incluso podría aventurarme a decir que cuando se siente atacado, no resulta la mejor persona del mundo, y mucho menos la más manejable.


Tiene muchas cosas malas. Pero ha cambiado, y sé, quizá suene demasiado pretencioso, que yo soy la causa. El quiere ser bueno para mi. Y amo esa parte de él. La capacidad que tiene de esforzarse para ser alguien mejor...

Cuando estoy con él me olvido del tiempo. Puedo pasarme horas perdida en esos increíbles ojos, esos que, aún intentando no decirme nada, me lo cuentan absolutamente todo. Amo esa conexión hermosa que tenemos cuando estamos juntos, aún en el momento más cumbre lleno de incertidumbre siento nuestros corazones en armonía, en conexión, en entendimiento.

A veces, por la noche, cierro los ojos e imagino su rostro. Pienso en como sería estar con él y sonrío. Sería hermoso, intenso, mágico. Tan mágico como los silencios inaudibles, llenos de frases escritas en el viento, que compartimos juntos. Tan mágico como el hecho de querer salvarnos constantemente, incluso aunque yo le haya traicionado, incluso aunque él haya sacado su peor parte y me haya dañado. Tan mágico como el hecho de verlo entrar en una habitación y llenar la estancia con su presencia.

Quizás él no sea el chico perfecto, ese con el que siempre soñé. Quizás el no me pueda dar el cuento de princesas que sí están dispuestos a construirme otros. Pero sé que él me podría dar más, mucho más. 

Él podría darme todo lo que no me atrevo a decir, todo lo que no me atrevo a pensar. Podría ser casa, amor, sueño... Él tiene esa mezcla salvaje de humano y animal. Pasión y dulzura. Sentimiento y realidad. 

Él es esa persona que cuando despierto, lo único que quiero, lo único que me inspira, es, por una vez, tener la capacidad de poder sacarlos de mis sueños únicamente para abarazarlo. 

Es mi amigo, y quizás ahora, habiendo analizado cada paso del recorrido sea hora de permitirme admitir la verdad. De admitirselo a él, de poderle decir, te quiero... pero ¿y después?.

No tengo idea de lo que podría ocurrir después, pero la palabra que lo define todo es INEVITABLE, y contra eso no puedo luchar. No sé qué hacer, pero sí sé, que lo que siento es real y que tarde o temprano me armaré de valentía y haré lo que llevo tanto tiempo esperando, lo que de una vez quiero hacer, aunque eso signifique hacer daño a alguien más. 

Todo tiene que ver con una elección, pero ¿y sí pasa que la elección no es la correcta? A veces no sirve con saber que él es el chico de tu vida, aunque éste se empeñe en demostrártelo una vez tras otra, porque lo demuestra, pero ni siquiera él es consciente de ello. Quizás simplemente he de hacer lo correcto. Utilizar la razón. O mejor, seguir al corazón, pero... 

¿cuál es la razón? ¿Y cuál el corazón?

Lo único que me queda por decir es que si dos personas son el uno para el otro, al final terminan encontrándose... él me encontró y ahora es mía la elección...

viernes, 25 de marzo de 2011

¿Me besas?

Las palabras se las lleva el viento, y es verdad. Yo soy más fiel a los hechos, a las acciones, supongo que eso forma parte de mi visceral personalidad. Es por eso, que prefiero un beso, una caricia, a esas tres palabras, ocho letras, seis sílabas: "i love you"
¿De qué sirve que digan esas tan "ansiadas", por unas y odiadas por otras, palabras, si luego no son reales, si no se sienten, si tú, no las sientes?.
 Un te quiero puede estar cargado de una y mil emociones o de ninguna, igual que un beso, puede significarlo todo, o puede no querer decir nada, pero seamos sinceras, un beso siempre significa algo, al menos para mí. Y es por eso que si en un beso siento ese instante mágico, único, e irrepetible, ese momento en el que el corazón me da un vuelco y me parece el momento más hermoso grabado en las estrellas, sé que estoy totalmente perdida, aunque me empeñe en negarmelo, por que lo hago, siempre lo hago, esto también forma parte de mi, del escudo creado cuidadosamente para salvarme del mundo. Pero bueno, y a ti, ¿qué te dice un beso?

viernes, 18 de marzo de 2011

¿por qué Damon?

Hace no mucho, para un concurso exactamente, me pidieron que escribiera cuál era mi personaje favorito de TVD (una serie de televisión) y por qué. Pues bien esto es lo que dije:



¿Cuál es mi personaje favorito? La respuesta es fácil, Damon. 
¿Por qué? Esta es más fácil todavía.
Adoro a Damon por esa facilidad que tiene de hacer las cosas simples demasiado complicadas. Al principio amé a Damon por el carisma que derrochaba el actor (Ian), por la manera que tenía de interpretarlo, por exigencias del guión claro, pero siempre dándole un toque muy realista dentro de ese mundo vampírico surrealista. Pero bueno esto de lo que hablo es sólo el principio de mi adoración por él. 
Siempre supe que detrás de esa máscara de frialdad, dureza y fingida maldad se escondía un alma sensible. El Damon que se nos presenta, es el típico chico malo sin corazón, ese que parece no tener sentimientos y que huye de cualquier tipo de vínculo, tanto con su hermano, al que se supone que odia, como con cualquier otra persona. 
Amo a Damon porque no finge ser quien no es. Lo único que hace es protegerse así mismo. Teme más que nada, que nadie, que le hagan daño, y aunque cree que no existe humanidad en él, eso es lo que realmente le hace humano. 
Damon es sincero, inteligente, realista, directo, espontáneo. Pero sobre todo, Damon es, al menos para mi, el vampiro, también el hombre, más sensible y con el corazón, aunque no lata, más enorme que pisa esa imaginaria ciudad de Mistyc Falls. Le adoro por esa increíble capacidad que tiene para amar a la chica incorrecta y dejarla ir porque cree que no se la merece, porque no es digno de ella. 
¿Por qué amo a Damon? Lo hago, porque es quién es, sin estereotipos y sin mentiras. Damon es una vampiro, esa es su naturaleza y no lucha contra ella, la acepta y ha aprendido a vivir con ella, y aunque todos crean que sí no está orgulloso de ello. 
Amo a Damon porque aunque le costó, al final sacó afuera lo que sentía, deseaba volver a sentirse humano, lo desea más que nada en el mundo y no sólo por él, sino por Ella, Elena. Porque es parte necesaria para llegar a ser ese hombre que Ella quiere que sea.
Amo a Damon por el increíble amor que siente por Elena, por cada cosa que hace por ella, por cada sonrisa que le regala, por cada palabra de aliento, por cada pequeño detalle. Ella es su razón de vivir y él también lo es para Ella, aunque, todavía, no lo sepa o no lo quiera saber.
Amo a Damon por haber sido el puzzle perfecto que únicamente Elena ha sido capaz de terminar, de descifrar. Las señales estaban ahí, las piezas estaban prácticamente ordenadas, sólo había que limitarse a saber ver lo que realmente había detrás. Y Él, siendo tal cual es, hizo que Ella quisiera luchar por ver más allá.
Amo a Damon por el inmenso amor y cariño que le tiene a su hermano, sentimientos que jamás reconocerá. Por querer mantenerlo a salvo, a pesar de estar enamorados de la misma mujer, por segunda vez. A pesar de ser inevitablemente rivales.
Amo a Damon por haber recorrido el camino, tantos con sus errores como con sus logros, porque aquel vampiro sanguinario que comenzó el viaje de su vida, ha aprendido, aunque todavía le cueste, que la gente importa y que vale la pena luchar y seguir adelante.
Y sobre todo, amo a Damon porque sin él, The vampire Diaries, no sería lo mismo, porque sin él, el corazón de Elena, el de millones de fans, estaría vacío. Porque Faltaría algo, ese algo que él cree que no tiene. Alma. La suya.

Antes de haber leído esto la pregunta a la que respondí, el afán, podría haber sonado friki, pero después de leerlo, creo que de una serie puede sacar la esencia y adorar la magia que se crea en una sola alma.

Adoro a Damon y no me avergüenza decirlo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Desnudando sentimientos....

He vuelto a caer en picado. Esta vez el abismo es inmenso, creo que nunca me he sentido como me sentí ayer. Hundida, privada de cualquier sentimiento excepto la tristeza, y muerta, me sentí terriblemente muerta. 
No sé como he llegado a este punto. No sé en qué momento mi vida cambió tanto. No sé cuál ha sido la primera piedra en este cúmulo de cosas, pero sí se cual ha sido la última. Sí sé cual fue la gota que colmó el vaso.

La vida es complicada, eso lo sé. Desde pequeña me enseñaron a enfrentarme a ella con valentía. Me enseñaron que la vida es una lucha diaria, una lucha constante en la que o luchas o te hundes. Es un vivir o morir diario. Si tú no sales adelante, nadie va a hacerlo por ti. Es así. Y esa es la lección más importante, más complicada y a la vez más simple y predecible que una persona ha de aprender. 

El mundo es una mierda. Gente buena hay muy poca, y la mala sobra por todos lados. El mundo está lleno de mentiras y de maldades. Los malos ganan, los bueno se aguantan. Sucede de esta forma y no al revés, aunque se empeñen en inculcarnos los contrario. 

Después de ver cada una de las miserias y calamidades que conlleva vivir y enfrentarse al día día, lo único verdaderamente importante es tener esperanza. Es buscar ese atisbo de luz que en los momentos más difíciles te hace seguir adelante, te hace tirar del carro y resurgir de las cenizas. Te hacen ser aquella chicas ingeniosa a la vez que irónica, aquella chica sincera y frontal, pero también prepotente y visceral. Te hacen ser persona, sentirte como tal. 

Hemos de quedarnos con eso, con buscar lo bueno y potenciarlo, y dejar de buscar el mal de la gente para el beneficio propio. El mundo sería un poco mejor si realmente nos lo propusiéramos. Pero bueno, ese el problema, que lo dejamos estar. 

Aún así, yo, hoy, tengo esperanza de volver a ser la persona que era. No voy a conseguirlo en dos días. Pero lo haré. Y no lo haré por mí, sino por aquéllos que comparten mi día a día y me regalan millones de sonrisas. Por aquellos que me quieren. Lo haré, claro que lo haré, y entonces, como ave fenix, el mundo deberá echarse a temblar porque estaré de vuelta y tú, ni tú, ni tú, ni tú podrás hacerme sentir estúpida, idiota, o inferior porque soy mejor que tú, lo sé, ahora sólo tengo que creer, algo que todo el mundo ya cree...

sábado, 29 de enero de 2011

Lo nuestro.

 
Ya sé que es más fácil tirar la toalla que echarle valor;. Nunca fuiste de aquellas mujeres movidas por el corazó; que si el camino se hacía largo parado, yo te arrastraba y tropezábamos. Y así seguimos este camino y yo a cuestas contigo; y qué dijimos o no dijimos si al final olvidamos el motivo. Y tú ahí mirando a la nada, viendo como pasa la vida pero no haces nada, esperas sentada a que se destruya tu alma. Y pasan los años, los meses, los trenes y tú en el anden pero siempre los pierdes y cuando se marcha le gritas pero no se detiene.
No consigo darte más porque no tengo, para ti no fue suficiente entregarte el cielo, te quedaste quieta viendo morir, lo nuestroy en el suelo, y tú a lo lejos, inerte pero con los ojos abiertos, viendo morir lo nuestro...Dime cuándo fue el momento, dime dónde acaban los besos, dime cuándo olvidamos que valía la pena seguir luchando por estos recuerdosel primer aniversario muerto, la primera noche de espaldas en la misma cama pero tan lejos...

miércoles, 26 de enero de 2011

Tonight

- ¿ dónde vas?
- A ningún sitio en particular
- Entonces, ¿cómo sabrás que has llegado?
- No lo sé. Supongo que estoy buscando la confianza que tenía en él cuando nos conocimos, la confianza en la humanidad, la confianza en los finales felices...
Mentes criminales

martes, 25 de enero de 2011

Hay gente que cambia y otra que no...


- ¿Cómo ha ido lo de la discográfica?
- De momento lo he arreglado. Ahora tengo que arreglar a mi hermana. Dime que te ha pasado con David
- Solíamos ver el mundo de la misma manera y dejó de ser así.
-¿has hablado con él?
- No hay mucho de los que hablar, nos alejamos. Ya apenas nos reíamos y apenas nos queríamos.
- ¿últimamente ha pasado algo?
- Una noche en Nueva York, fui a ver una función con unos amigos; y después fuimos a uno de esos clubs para cómicos aficionados que hay en Brooklyn, y vimos a esos cómicos horribles que, por no sé qué razón, se suben a un escenario para que los escuchen. Mientras que los estaba viendo, me dí cuenta de que los entendía totalmente. Era sin duda espantosos y bastante inseguros, y puede que algo confusos, pero hacían lo que necesitaban hacer, hacía lo que sus corazones necesitaban. Entonces él me llamó al móvil y yo no quise responder... Hubo un tiempo en el que él hubiera estado a mi lado y a mi me habría encantado, pero él ya no era ese hombre...
- Estábais de maravilla juntos, es cierto. Érais muy muy felices.
- Hasta que dejarmos de serlo. Y sé que debería haber algún buen motivo, alguna buena razón, pero no la hay. Lo único que tengo, es la sensación de que no es lo que quiero para mi vida...
- La gente tiene derecho a cambiar
- Sí, pero también tiene derecho a no hacerlo, a seguir como siempre. Tiene derecho a seguir siendo la misma persona que ha sido. Yo no he cambiado, lo hizo él. Y ahora soy yo la que está destrozada por ello...

One Tree Hill. Season 7 Chapter 2. Dialógo Queen y Haley

martes, 18 de enero de 2011

Shh....... Es un secreto, no se lo digas a nadie.

¡Ey tú!... 
Si, si, TÚ...
El que está ahí..
Ese que lee esto...
El que sigue mi día a día..
O mi semana a semana, o mes a mes...
Escucha...
¿Lo oyes?
¿No lo haces?...
Intentalo de nuevo... ¿ahora?...
¿De verdad no lo escuchas?
Es increíble, porque el SILENCIO es ensordecedor...

jueves, 13 de enero de 2011

It is True

No se trata de abandono...
...Se trata de inspiración.

jueves, 6 de enero de 2011

Debo poner un título ¿no?

Me he dado cuenta de algo. Todo ha cambiado, los que antes eran tan tan amigos ahora son simples desconocidos.
Aquellas personas con las que te pasabas la vida hablando, riéndote, llorando, tonteando.. ahora, ahora lo único que queda de eso es un saludo que muchas veces viene más por educación que por ganas.
Aquellos que formaron parte de tu mundo, parte de ese tiempo tan perfecto que un día al dejarlo atrás tanto añoraste, ahora no son nada.
Hoy todo eso solamente son recuerdos, recuerdos no del todo nítidos que de repente un día te vienen a la cabeza y te golpean ferozmente haciéndote dar cuenta que la realidad es amarga y que lo que tanto prometimos se quedó simplemente en eso, en promesas, en promesas que NO cumplimos, que no cumpliremos...
La gente cambia, las situaciones cambian, las relaciones cambian, el mundo es una constante llena de cambios y por mucho que te empeñes en que las cosas sigan como antes las circunstancias pasan a ser el determinante de que de repente sin darte cuenta tu mundo no sea más el mismo. Es triste sí, pero también es alentador porque es cierto, hay gente que HOY no existe más en tú vida, pero hay otra que llegó para quedarse y que nunca más se va a ir de ahí por mucho que intentes echarlos o ellos mismos intenten irse, porque hay veces que conoces a gente que sin más se convierten en tu otra familia que es igual de importante que la de verdad...