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martes, 17 de mayo de 2011

Falta todo lo que faltó...

Estoy aquí, a las 00:26 de la madrugada, sola, sentada en la cama de mi habitación. Esa habitación que tanto me costó conseguir, que me costó amistades. Aunque, en realidad, no me costó nada, porque descubrí que la amistad era algo más que lo tuvimos.


Hace un año, por estas fechas, también escribí algo sobre Toledo, sobre lo que significaba para mi, sobre el final, sobre el decir hasta luego, que no adiós. Hace casi un año, todo eran cosas buenas, puras risas y emociones tan poderosas como la felicidad, plena, en estado puro. Creí que este año iba a escribir sobre algo diferente, porque debido a las circunstancias, estos 365 días han sido diferentes a los anteriores, sin embargo, los sentimientos de nostalgia y tristeza, por el inminente final, siguen estando ahí, a pesar de que pensé que jamás podría volver a sentirlos. No tratándose de este lugar, ni de esta gente, pero ahí están, resurgiendo igual de intensos y de reales que entonces. Y es que pase lo que pase Toledo siempre será Toledo, y las cosas buenas siempre podrán con las malas, y este año ha tenido millones de cosas horribles. Hechos, situaciones, que me han hecho llorar hasta romperme, pero también ha habido grandes momentos, increíbles y geniales, momentos de esos en el que los vacíos se llenan con sonrisas y los silencios con carcajadas. Momentos de esos que se te gravan en el alma. Momentos en los que te das cuenta que quiénes son tus amigos, y que son de verdad. 


Y es que este año he aprendido que lo malo siempre va a estar ahí, pero lo bueno también, te espera en alguna parte, sólo tienes que levantarte y encontrarlo. He aprendido que nada es para siempre, ni siquiera la tristeza ni el dolor, y que todo pasa. Y creo que esa es la lección más importante de este recorrido, de este nuevo año que le ha dado un nuevo sentido a mi vida: al final todo pasa. TODO.


Estoy aquí, en lo que un día fue mi casa, en la que de a poco estoy consiguiendo, ya en el final, que vuelva a serlo, y me siento triste, porque dentro de dos semanas volveremos a decir "hasta después del verano", y no quiero, porque si el año pasado quise, este año lo hago de verdad. Y si el año pasado tenía miedo, este año tengo más. Porque como alguien me dijo una vez, el segundo año no es como el primero, ni el tercero como el segundo, y sucesivos... Las cosas cambian, pero a eso he de añadir algo, y es de lo único que estoy segura: Los amigos de verdad, los que son para siempre, ni pasan ni cambian, ELLOS se quedan. Queriéndote tal cual eres. Y eso es lo que pasa si hablamos del EQUIPO.

2 comentarios:

  1. me gusta mucho tu blog!, espero que andes bien :/, suerte espero verte prontito por el mío saludos(:.

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  2. Has aprendido cositas muy valiosas para seguir por los caminos que nos depara la vida. Fundamentales lecciones para conseguir ser feliz incluso en los caminos más arenosos.
    Que tengas un estupendo fin de curso y que el próximo te lleno de sorpresas agradables. :)
    Besos.

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Gotas de Lluvia