Siempre he creído que jamás podría volver a mirarte a la cara y no sentir nada. Siempre creí que mis sentimientos se quedaría guardados bajo llave, para siempre. Serían constantemente cambiantes, sí, pero nunca se irían.
Me equivocaba. Me equivoqué, y mucho. Porque a veces, de repente y sin darte cuenta, todo se acaba y lo que un día fue un cuento de hadas, al otro pasa a ser un tormento, y al siguiente, al final, hoy, se convierte en nada.Y es triste, pero es un alivio, porque siempre creí que llevaría el peso de nuestra historia encima, (bueno, de mi historia contigo, tú jamás creíste en un nosotros) y no, ya no es así.
Porque sentarme a tu lado ya no me pone nerviosa, y mirarte a los ojos ya no me dice nada. Ni siquiera me emociona una de esas sonrisas tuyas que antes eran capaces de romper mis esquemas y desbaratar mi mundo.
Porque los para siempre son para siempre hasta que dejan de serlo. Y lo que creía que era mi vida fue simplemente un capítulo que contar, un punto y aparte que me introdujo en la realidad de saber que el mundo no se acababa en ti y que tarde o temprano aparecería alguien más, alguien que protagonizara junto a mi la historia de mi vida. Así fue como entendí que ese papel protagónico no te pertenecía y que ya era tiempo de decir adiós desde ya, para siempre. Porque esta vez para siempre sí significaba para siempre.
Desde aquí, y sin que lo leas, porque no lo harás, decirte que, por fin, estoy preparada para dejarte ir.
Love it!... simplemente me lleno, leerlo e interpretarlo. Tapo, por asi decirlo, un huequito de mi historia.
ResponderEliminarY eso se llama; madurar y aprender de la vida. :D
ResponderEliminarEs muy bonito aprender con el corazón. :)
Que seas siempre muy feliz. :)