Dicen que la violencia física no es la respuesta, tampoco la psicológica, pero en este momento sería la solución perfecta a mis problemas. Violencia, adrenalina, liberación.
Tú y yo. En un punto en el que perdamos la razón y le dejemos únicamente paso a la locura. Pasar de odiarte a quererte, de enfadarme a desearte, de perderte a encontrarte.
