Que si me preguntan que qué me apetece, respondería que tenerte delante y abofetearte.
Dicen que la violencia física no es la respuesta, tampoco la psicológica, pero en este momento sería la solución perfecta a mis problemas. Violencia, adrenalina, liberación.
Tú y yo. En un punto en el que perdamos la razón y le dejemos únicamente paso a la locura. Pasar de odiarte a quererte, de enfadarme a desearte, de perderte a encontrarte.
No sé, quizás tal vez lo único que necesito es tenerte por fin delante, de nuevo, y no volver a dejarte escapar. O quizás esto solo sea otra pensamiento insano escrito en papel. Algo que nunca sucederá. Algo simplemente que imaginar.